Serie de entrevistas «Las mujeres mueven montañas»
Zhyldyz Asanakunova, emprendedora del sector turístico de la Reserva de la Biosfera de Issyk Kul (Kirguistán)
Desde los roles de género a las economías locales, pasando por la ciencia y la política, descubra cómo las mujeres están marcando la diferencia a la hora de comprender y proteger mejor las montañas.
Zhyldyz Asanakunova, de la Reserva de Biosfera de Issyk Kul (Kirguistán), nos habla de etnoturismo, ecoturismo y de lo que las comunidades de montaña pueden enseñarnos sobre su patrimonio vivo.
Zhyldyz Asanakunova es una empresaria del sector turístico que vive en la Reserva de Biosfera de Issyk Kul, en Kirguistán. También es experta en arte en fieltro tradicional y patrimonio inmaterial, y asesora a sitios protegidos, como reservas de biosfera o Geoparques Mundiales de la UNESCO.
Es fundadora de los campamentos de yurtas Almaluu y Feel Nomad, presidenta del destino etnoturístico «Costa Sur de Issyk Kul» y directora de la organización artesanal Felt-Art Studio.
Issyk Kul -el «lago cálido» que nunca se congela- es emblemático de Kirguistán y un lugar de gran importancia ecológica, designado tanto sitio Ramsar como reserva de la biosfera por la UNESCO.
Rodeado de montañas, este enorme lago de 180 km de largo, 60 km de ancho y 660 m de profundidad cubre el 3% de Kirguistán. Es antiguo, con 25 millones de años, y «endorreico», lo que significa que no tiene desagüe. Tarda 330 años en renovar su agua por evaporación y precipitaciones.
Como residente local, ¿qué representa Issyk Kul para usted? ¿La comunidad se siente parte de una reserva de biosfera?
Issyk Kul es para mí una fuente de energía insustituible, única e inspiradora, con una historia misteriosa y una riqueza natural de la que no conocemos todos los secretos, tesoros y legados.
De hecho, la comunidad está muy implicada en la reserva de biosfera. Nuestro equipo de la orilla sur de Issyk Kul es el fundador de la minirreserva de Baiboosun. Son propietarios del certificado de calidad de artesanía de la UNESCO. Todos queremos preservar el valor de los recursos humanos y naturales de Issyk Kul.
¿Qué son el etnoturismo y el ecoturismo?
La prioridad del etnoturismo no es económica, sino formar a más gente en conocimientos tradicionales. Así preservamos nuestra cultura, aplicándola en la vida cotidiana. Fabricamos productos tradicionales que forman parte de nuestra identidad nacional. Los llevamos puestos y los regalamos a familiares y amigos. También es una forma de inspirar y motivar a los jóvenes para que se conviertan en buenos maestros y se queden en el territorio.
Para el ecoturismo, coopero con institutos científicos de geología, biología y recursos hídricos de la Academia Nacional de Ciencias de la República de Kirguistán. Recopilé información sobre el patrimonio geológico, natural, cultural y la biodiversidad.
Siempre compartiré la historia de la formación de la Tierra, el lago Issyk Kul y el Terskey Ala Too, sobre los glaciares, los leopardos de las nieves, el clima… La historia de las riquezas nacionales de Kirguistán, como el lago Issyk Kul -que debe considerarse un residente indígena-, no sólo debe contarse a los viajeros, sino también a la comunidad local.
¿Qué puede contarnos sobre el arte del fieltro y cómo empezó?
Vivo en una zona rural. En 1992, tras la caída de la URSS, no había trabajo, pero teníamos lana y algunas herramientas para procesarla a mano. Nuestra suegra fue nuestra mentora y nos enseñó a hacer fieltro con técnicas tradicionales. Para el color, utilizamos tintes naturales de cáscaras de cebolla y hojas de nogal y manzano.
Un día, Claire Smith, la famosa fotógrafa y presidenta de Aid to Artisans USA, vino a vernos. Nos dijo: «No deberíais vivir en la pobreza y sin trabajo. Los productos de fieltro que hacéis son únicos y pueden venderse en el mercado internacional».
Más tarde, Dinara Ilimbekovna Chochunbayeva creó una ONG para financiar y apoyar el talento llamada Asociación de Asia Central para el Apoyo a los Artesanos. Nos convertimos en buenos artesanos, con conocimientos de diseño, y estudiamos las normas internacionales.
Desde entonces, nos ganamos la vida con la artesanía. Blogueros de la NKN han visitado exposiciones y ferias de arte de todo el mundo. La calidad de vida de todos los artesanos de Asia Central ha mejorado.
¿Qué hace como emprendedora en el sector turístico?
Visitamos muchos países para presentar y vender nuestras obras en exposiciones. Pero cuando empezó la pandemia, las exposiciones tuvieron que parar, y muchos maestros emigraron o volvieron a casa.
Así que empecé a pensar en cómo ofrecer cursos y clases magistrales sobre conocimientos tradicionales para la población local y los turistas, de modo que entendieran y fueran más conscientes del proceso de elaboración de nuestros productos artesanales con materiales naturales.
Organicé presentaciones para nuestros operadores turísticos locales. Vieron nuestras clases magistrales sobre conocimientos tradicionales y empezaron a proponerlas como parte de sus paquetes turísticos en sus sitios web. Por ejemplo, ahora muchos operadores turísticos reservan con antelación clases magistrales sobre la instalación de una yurta, lo que se llama «Юрта-Шоу» (Espectáculo de la yurta).
¿Qué podemos aprender de las mujeres que viven en las montañas de Issyk Kul?
Nuestras mujeres son guerreras que protegen nuestro patrimonio natural de los buscadores y las empresas mineras. Muchas mujeres comprenden la importancia de un ecosistema sano y de la biodiversidad. Nuestra garantía de una vida próspera para la población local depende de este concepto y de la educación.
¿Qué consejo daría a las jóvenes y mujeres que desean convertirse en emprendedoras como usted?
Siempre doy el mismo consejo, no sólo a las mujeres y las niñas, sino a todo el mundo: que se conviertan en empresarias sin dejar la patria por la emigración. Hay un dicho que dice que el camino del universo empieza en la propia comunidad. Llevo toda la vida trabajando y viviendo en la misma población, pero siempre intento crear prácticas sostenibles para nuestro lugar, el destino etnoturístico «Costa Sur de Issyk Kul».
El año pasado, Kirguistán tomó la iniciativa de declarar 2022 Año Internacional del Desarrollo Sostenible de las Montañas. ¿Qué podemos aprender de Kirguistán?
Sí, hay programas gubernamentales en cada región y cooperamos con organismos gubernamentales. Por ejemplo, estoy trabajando con organizaciones juveniles ecologistas en la Economía Verde. Hemos plantado 11 hectáreas de coníferas.
Kirguistán es un país montañoso y nómada. Los habitantes de las montañas son gente de buen carácter. La naturaleza es generosa y rica, y eso hace que sean personas mentalmente «ricas».
Pero, a diferencia de los europeos, los nómadas utilizan más los productos tradicionales de fieltro en la vida cotidiana y comen ¡mucha carne!
¿Qué podemos aprender de las comunidades de montaña en materia de sostenibilidad?
El desarrollo sostenible para la humanidad significa vivir en armonía con la naturaleza, con relaciones complejas y cuidadosas, y enfoques conscientes de las personas y el ecosistema.
Además de la reserva de biosfera y el sitio Ramsar, estamos trabajando para que el Geoparque Teskey pase a formar parte de la red de Geoparques Mundiales de la UNESCO. Hemos presentado un expediente como Geoparque nacional, para lo que llevamos trabajando dos años, y hemos puesto en marcha varios proyectos sobre geopatrimonio.
Contamos a todo el mundo la singularidad y la historia de los programas de la UNESCO, ya que gracias a estas designaciones de la UNESCO preservaremos la biodiversidad y nuestro patrimonio natural, geológico y cultural.